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El valor, el coraje y la constancia son características comunes a las sagas hosteleras con un modelo de índole familiar que supone más del 95% del entramado empresarial en el sector. Ayer una representación de catorce establecimientos procedente de toda España, recibieron homenaje en el Congreso Nacional de Hostelería celebrado en Toledo. El Restaurante Plácido, deToledo, fue uno de ellos. 

Este local situado en la turística zona de Santo Tomé, comienza su historia a principios del siglo XIX y en la actualidad el negocio es sostenido por la tercera generación. Los cuatro nietos de Plácido Salamanca y Sagrario Tordera, los fundadores, dijeron sentirse muy orgullosos de recibir tal reconocimiento. 

La noche avanzó ya hacia su lado más gastronómico y el menú de seis platos fue presentado por cada uno de sus artífices. Los entrantes corrieron a cargo de Víctor Sánchez-Beato y José Carlos Fuentes. Fueron un atún marinado en escabeche con crema de berenjena y un tartar de gamo, miso, papaya y yogur, respectivamente. Los platos principales, rodaballo, caldo ibérico y ensalada mediterránea y carrillada de vaca estofada, fueron cocinados por Ángel Aceituno e Iván Cerdeño. Para los postres, Pepe Rodríguez aportó uno consistente en mango, coco y arroz con leche y Adolfo Muñoz coronó el menú con sabores castellano-manchegos, queso, miel y azafrán con higo. Todo ello fue acompañado de vinos de Castilla-La Mancha.

Para que la noche no decayera, llegó Fernandisco con música de los 80, sorprendiendo a varios de los asistentes con una canción que les definía: "My way" de Frank Sinatra sirvió para sorprender a una hostelera santanderina. A Mario Sandoval le dedicó "Sacrifize" de Elton John  y recordó a Fernando Lleida los inicios del idilio con su mujer a través de "La chica de ayer" de Los Secretos. Con los ritmos heavys de AC-DC, el popular pinchadiscos arrancó a los asistentes de sus asientos y así se pudo cerrar la noche con algunas copas y combinados que sirvieron a muchos congresistas para la despedida.